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Heal the Bay Blog

Heal the Bay’s Angler Outreach Program Manager, Frankie Orrala, shares the program’s positive impacts and successes from over the last 20 years.

Heal the Bay’s Angler Outreach Program (AOP) is celebrating 20 years! This program is designed to educate pier and shore anglers in Los Angeles and Orange County about the risks of consuming fish contaminated with toxins such as dichloro-diphenyl-trichloroethane (DDT) and polychlorinated biphenyls (PCBs). Created in 2003, AOP is a component of the Fish Contamination Education Collaboration (FCEC) and managed by the US Environmental Protection Agency (EPA) as part of a far-reaching public education and outreach program. Notably, the program also works in association with federal and state agencies as well as local community organizations.

The FCEC was established to address a major contamination site (aka Superfund site) off the coast of Los Angeles, along the Palos Verdes shelf. DDT and PCBs were historically discharged into the ocean near the Palos Verdes Peninsula, pollution which still exists in the sediment today. These toxins can travel through the food chain into fish and potentially have negative impacts on human health if the fish are eaten; certain species of fish and certain areas are more likely to be contaminated.

The goal of the AOP is to educate anglers about this contamination and share which fish should be avoided. During visits to different piers in Southern California, Heal the Bay’s educational team has interacted with diverse fishing communities and outreach is conducted in multiple languages. Heal the Bay is proud to have a team of bilingual staff who have educated Southern California pier anglers in multiple languages, including: Spanish, Chinese, Tagalog, Vietnamese, Khmer and Russian.

Since its inception 20 years ago, Heal the Bay’s AOP team has educated more than 190,000 pier anglers. Along the way, we have heard many stories and learned a lot about the people who frequently fish on our local piers. We appreciate these anglers and the knowledge and experiences they share with us.

Awards Received at the National Level

In 2009, the EPA presented two prestigious awards to the Fish Contamination Education Collaborative. FCEC was recognized for its work to protect the most vulnerable populations in Southern California from the health risks of consuming fish contaminated with DDT and PCBs; the other award was given to Heal the Bay and all FCEC partners in Los Angeles for Achievement in Environmental Justice.

On behalf of the AOP and Heal the Bay, I traveled to Washington D.C.  to receive the distinguished award in recognition of Citizen Excellence in Community Involvement. This award is presented annually to an individual or community group working with a Superfund team for outstanding achievements in the field of environmental protection.

Heal the Bay was thrilled to be selected to present to the FCEC among other national projects. The recognition was significant as it confirmed Heal the Bay’s work is truly protecting the health of all people, especially communities with economic and social disadvantages.

 

2009 Award Winner: Frankie Orrala of Heal the Bay receiving the Citizen Excellence in Community Involvement and Environmental Justice Achievement Awards

In addition to accepting this award in Washington D.C, in 2009, I traveled to Ecuador in South America, along with scientists from the National Fisheries Institute (Instituto Nacional de Pesca) as well as professors, researchers and students from the University of Guayaquil. We came together to talk about FCEC’s efforts to monitor pollution and educate the public about its effect on human and environmental health.

The international interest our program receives is an honor; the AOP team is busy building on these relationships and with more communities as they are facing similar problems as Southern California.

Continuing to advance environmental justice is a critical objective of our work. Moving forward, Heal the Bay’s AOP program remains committed to educating and protecting chronically underserved populations in the region, many of whom are exposed to higher rates of pollution compared to the general population.

In closing, there are many reasons for the AOP team’s continued success, from our great team members to the communities we work with, to the experts who are providing us with advice. All of it wouldn’t be possible without Heal the Bay’s dedicated supporters and for that we say THANK YOU!


To learn more about our program, visit www.pvsfish.org and if you want to join our bilingual team call us at 310-451-1500 or visit our site at www.healthebay.org

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Resumen ejecutivo
Las calificaciones durante la temporada seca de verano fueron excelentes en todo el estado, 94 % de las playas de California recibiendo calificaciones A y B, lo cual está a la par con el promedio de cinco años. Las calificaciones durante la Temporada Seca de Invierno estuvieron ligeramente por debajo del promedio con 88% de las playas que recibieron calificaciones A y B. Las calificaciones de la Temporada Lluviosa del año pasado estuvieron un poco por encima del promedio con 66% de las playas que recibieron calificaciones A y B.

Los condados costeros están experimentando sequías moderadas o extremas y han recibido un 24 % menos de precipitaciones que el promedio histórico. Las precipitaciones por debajo del promedio pueden haber resultado en ligeras mejoras para las calificaciones durante la Temporada Lluviosa porque se redujeron las cantidades de contaminantes, incluidas las bacterias. Sin embargo, la reducción de las precipitaciones no siempre da como resultado mejores calificaciones, en nuestro último informe encontramos que la precipitación de California es un 41 % más baja que el promedio histórico y que los calificaiones de la Temporada Lluviosa son más bajas que el promedio. La investigación ha encontrado que la duración y frecuencia de las tormentas pueden tener un gran impacto en las concentraciones de bacterias en el océano, lo que puede explicar las diferencias entre las calificaciones de la Temporada Lluviosa de este informe y del anterior.

  • Playa Blanca cerca de Tijuana es la numero en la lista de las Peores Playas de este año. Esta playa y otras en el área se ven afectadas por el escurrimiento urbano contaminado con aguas residuales del área metropolitana de Tijuana, que tiene una infraestructura de alcantarillado insuficiente y en algunos lugares, inexistente. Esta playa también puede recibir flujos de contaminación de aguas residuales provenientes de la planta de tratamiento Punta Bandera al norte de esta playa.
  • El condado de San Mateo ha producido el mayor numero de Peores Playas que cualquier otro condado en los últimos años. Por tercer año consecutivo, Erckenbrack Park esta en la lista de las Peores Playas; Marlin Park está haciendo su segunda aparición consecutiva; y Lakeshore Park ha estado en la lista por cinco ocaciones en los últimos 10 años. Estas playas están encerradas en un mosaico de canales de poca circulación de agua, en donde la contaminación no se elimina fácilmente de las playas.
  • El muelle de Santa Mónica, que alguna vez fue una de las principals playas en la lista de las Peores Playas, vuelve a aparacer nuevamente ocupando la posicion número cuatro de esta lista. La última vez que el muelle de Santa Mónica apareció en la lista de las peores playas fue en 2018. Los funcionarios de la ciudad de Santa Mónica han declarado que planean reemplazar la malla deteriorada que excluye a las aves debajo del muelle. Las aves atraídas por el muelle son una fuente potencial de contaminación fecal.
  • Marina Del Rey Mother’s Beach es el hogar de dos ubicaciones en la Lista de las Peores Playas de este año, lo cual no es una sorpresa dada la historia de esta playa. La mala calidad del agua ha persistido desde el inicio del Boletín de Calificaciones de Playas hace más de 30 años. Las características que hacen de esta playa un gran destino para familias, la hacen también para la contaminación bacteriana. Esta playa está encerrada dentro de Marina Del Rey, por lo tanto, tiene poca acción de olas o de circulación de agua. Eso significa que la contaminación bacteriana no se elimina de la costa como lo hacen en playas de mar abierto. El condado de Los Ángeles ha implementado muchos proyectos de mejora de calidad del agua en el área, pero las características físicas aquí dificultan la eliminación de los altos niveles de contaminación.
  • Moonstone Beach County Park en el condado de Humboldt está haciendo su primera aparición en esta lista. playa recibe aportes de contaminación del Little River que desemboca en el océano en este lugar. Un estudio realizado en la cercana playa Clam Beach encontró que las aves, vacas y perros fueron fuentes de contaminación fecal, aunque se necesita más investigación para evaluar los riesgos para la salud en el Parque del condado de Moonstone.
  • Vaughn’s Launch en el condado de Orange es un lugar de muestreo dentro del área de Newport Bay State Marine Conservation. La natación y la pesca no están permitidas aquí, pero sí el kayak y paddleboard; el lugar más cercano para botes es el Centro Acuático de Newport Bay. Vaughn’s Launch se ve afectado por un arroyo cercano que lleva escurrimientos urbanos de los vecindarios circundantes. Los funcionarios locales han trabajado para abordar ciertos contaminantes del área, canalizando el agua potencialmente contaminada a través de un estanque de retención con vegetación natural. Sin embargo, el depósito de retención no se construyó para filtrar bacterias indicadoras fecales, por lo que no sabe qué tan efectivo es contra la contaminación fecal. Se sospecha que las poblaciones naturales de aves son la razón de los altos recuentos de bacterias, pero se necesita más investigación para respaldar esa afirmación.
  • Tijuana Slough, aproximadamente a una milla al norte de la desembocadura del río Tijuana, estáen la posicián número 10 de este año. Esta ubicación se ve afectada por la contaminación de las aguas residuales que el río Tijuana lleva al océano. La infraestructura deteriorada e insuficiente de alcantarillado de la Ciudad de Tijuana envía cada año millones de galones de aguas residuales al Río Tijuana y al océano Pacífico. Las investigaciones recientes también han demostrado que las descargas de aguas residuales parcialmente tratadas de la planta de tratamiento Punta Bandera en Tijuana, fluyen hacia el norte e impactan las playas en la región fronteriza.

Las playas de Oregón no fueron monitoreada con la frecuencia suficiente para recibir una calificación durante la Temporada Seca de Verano, ni tampoco durante los meses de invierno. Solo seis condados recibieron calificaciones durante la Temporada Lluviosa y solo el 57 % de las playas recibieron calificaciones A y B, que fueron las más bajas (79 %) del promedio histórico del estado.

Las calificaciones del estado de Washington durante la Temporada Seca de Verano fueron del 79% de las playas que recibieron calificaciones A y B, y que está muy por debajo del promedio del 96%. Las calificaciones durante la Temporada Lluviosa de Verano fueron excepcionales e iguales al promedio histórico, con un 94% recibiendo calificaciones A y B. Desafortunadamente, no se monitorearon las playas de Washington durante los meses de invierno, por lo que no se pudo calcular las calificaciones la Temporada Seca de Invierno.

En el área de Tijuana, se encontraron niveles preocupantes de contaminación en tres playas de monitoreo. El Faro y El Vigia recibieron una D durante la Temporada Seca de Verano, mientras que Playa Blanca recibió una F y terminó en nuestra lista de las Peores Playas. Las tres playas recibieron calificaciones de F durante las temporada Secas y Lluviosas de Invierno.

Durante el último año, las aguas de la Costa Oeste sufrieron varias descargas contaminantes catastróficas que pusieron en peligro la salud pública y de nuestros ecosistemas costeros. Este “verano de derrames” fue el resultado de múltiples fallas de infraestructura, exacerbadas aún más por la falta de notificación pública de parte de las agencias públicas. Una red de alcantarillado rota envió siete millones de galones de aguas residuales al Canal Domínguez, un área que desemboca en el océano cerca de Long Beach, California. Desafortunadamente, ese incidente fue eclipsado por otra ruptura de tubería en la Planta Internacional de Tratamiento de Aguas Residuales al norte de Tijuana, en el lado estadounidense de la frontera. Esa rotura envió por varias semanas casi mil millones de galones de agua contaminada con aguas residuales al océano Pacífico. Un derrame de aguas residuales de 13 millones de galones de la planta de Tratamiento Hyperion de Los Ángeles fue el resultado de una falla en el sistema de eliminación de basura de la planta. Los residentes del condado de Los Ángeles no fueron notificados de los posibles riesgos para la salud hasta aproximadamente 20 horas después de que ocurriera el derrame. En el mes de octubre, se filtraron 25.000 galones de petróleo de un oleoducto frente a la costa de Huntington Beach, California. El derrame de petróleo cerró las playas debido a la naturaleza tóxica del crudo y sus vapores. En una narrativa muy común, los residentes y visitantes del Condado de Orange no fueron notificados sino hasta la mañana siguiente de lo ocurrido.



Resumen ejecutivo
Heal the Bay se enorgullece en publicar el cuarto informe anual del boletín River Report Card. Este informe proporciona un resumen de las calificaciones de la calidad del agua en áreas recreacionales del condado de Los Ángeles (L.A.) durante el 2021. Los ríos, arroyos y lagos del condado de L.A. reciben multitudes de visitantes cada año y son vitales para satisfacer las necesidades recreacionales, áreas verdes y prácticas culturales de la comunidad. Desafortunadamente, muchos sitios de recreación en el condado de Los Angeles tienen problemas de contaminación por bacterias indicadoras fecales (FIB), lo que indica la presencia de patógenos que pueden causar infecciones, irritación de la piel, enfermedades respiratorias y gastrointestinales. Nuestro objetivo es resaltar las preocupaciones sobre la calidad del agua, abogar por mejorar este problema y brindar a los miembros de la comunidad información necesaria para mantenerse seguros y saludables cuando disfrutan de sus área recreacionales locales.

  • De los 35 sitios calificados durante el verano de 2021, el 59 % obtuvo luz Verde en su calificaión (lo que indica que no hay riesgos para la salud debido a la calidad del agua); El 17% obtuvo luz Amarilla (riesgo moderado para la salud) y el 24% luz Roja (alto riesgo para la salud).
  • Heal the Bay amplió el informe del boletín River Report Card para incluir seis nuevos sitios de monitoreo en la parte baja del río de L.A. desde Maywood hasta Long Beach. Si bien estos sitios no están oficialmente designados para la recreación, las personas acuden regularmente a esta parte del río. Los datos brindan información para los usuarios y nos dan una perspectiva para futuros esfuerzos de revitalización del río.
  • Siete sitios de monitoreo no excedieron los lilmites permitidos de bacterias patógenas, obteniendo así calificaciones ecológicas del 100 %. La mayoría de estos sitios están ubicados en el sector del Angeles National Forest.
  • Todos los seis sitios de monitoreo de la parte baja del río de L.A. experimentaron una muy baja calidad de agua, lo que los hace acreedores a los peores sitios de la lista. Las concentraciones de bacterias a menudo fueron diez veces mayores a los estándares de calidad de agua.
  • Después de los sitios de la parte baja del L.A. River, Tujunga Wash en Hansen Dam encabezó la lista de los peores sitios recreacionales con un 94 % de calificaciones que obtuvieron luz Roja, porcentaje más alto visto en este sitio desde que se inició el informe del River Report Card.
  • Por cuarto año consecutivo, a la altura de Rattlesnake Park en el río de L.A. esta otro sitio en lista de los peores sitios recreacionales. Este sitio popular recibe un flujo constante de contaminación bacteriana cerca del drenaje pluvial a la altura de la calle Fletcher Ave para quienes pescan, hacen kayak o caminan por sus aguas.
  • Las Virgenes Creek a la altura de la calle Crags Road experimentó un gran aumento en el porcentaje de calificaciones con luz Roja con respecto al año anterior. Este sitio en el Parque Estatal Malibu Creek ocupa la posición nueve en la lista de los peores sitios recreacionales.
  • Las áreas con desarrollo urbano tienden a recibir las peores calificaciones que las áreas naturales, y la mayoría de los peores sitios en la lista se cuentran en los paisajes urbanos. Los sitios en la cuenca del río San Gabriel y la cuenca superior del río de L.A. se encuentran en áreas menos desarrolladas y se ven menos afectados por la escorrentía urbana.

Heal the Bay estuvo conmovido por el gobernador Gavin Newsom quien firmó el Proyecto de Ley de la Asamblea (AB) 1066 en 2021. Este proyecto iniciará un proceso para proteger la salud pública y la calidad del agua en sitios recreacionales como ríos, lagos y arroyos de California. El proyecto de ley, escrito por el asambleísta Bloom y patrocinado por Heal the Bay, asignará al Consejo de Monitoreo de Calidad del Agua de California (California Water Quality Monitoring Council) para hacer recomendaciones a la Junta Estatal de Agua (State Water Board) de un programa uniforme de monitoreo de sitios recreacionales de agua dulce en todo el estado para diciembre de 2023. El programa del Consejo incluirá definiciones propuestas para sitios recreacionales y “sitios prioritarios recreacionales de contacto con el agua” en California. El Proyecto de Ley AB 1066 abordará las disparidades en el monitoreo de la calidad del agua entre sitios recreacionales de agua dulce y playas costeras.

Heal the Bay se compromete a mejorar la calidad del agua en las cuencas hidrográficas del condado de Los Ángeles mediante la creación de áreas verdes. Las áreas verdes, mejoran la calidad del agua local, aumentan la reutilización y el suministro de agua, reducen el carbono y mitigan el efecto aislado de calor urbano. Además de proporcionar áreas de recreación y hábitat para los animales vida Silvestre, pueden también funcionar como soluciones esenciales de múltiples beneficios para las aguas pluviales. Como ejemplo podemos mencionar la creación de Inell Woods Park: un nuevo espacio verde de múltiples beneficios y diseñado por la comunidad que se construirá este año en el sur de Los Ángeles. Heal the Bay construirá el parque de aguas pluviales en colaboración con el concejal de la ciudad de Los Angeles Curren Price Jr. y miembros de la comunidad para capturar, tratar y reutilizar la escorrentía urbana y proporcionar espacios verdes y recreativos a la comunidad. Los proyectos de beneficios múltiples como este son de uso eficiente y efectivo de nuestros contribuyentes que sirven tanto a las necesidades comunitarias como ambientales.



There are new spots for fishing at Pier J in Long Beach. Here’s what anglers need to know about fishing in the red zone.

The pandemic has brought many changes to our lives, and Pier J is no exception. This beautiful spot has a spectacular view of the Long Beach marina, and now features new infrastructure from which to enjoy fishing. Historically, “Pier J” was not an actual pier, it was just a rocky area where anglers were required to have a license to fish. 

In a recent visit I made to this pier, I was surprised to see the changes that the Pier J area has undergone, making it even more inviting for people to visit, fish, or simply enjoy the scenery. Pier J now has two actual piers located along the rocky area. The first pier is just below the Cruise line Terminal and has benches, restrooms, parking, and a water fountain for people and pets. Moving a little further south, the second pier also has benches, bathrooms and parking, including amenities for people with disabilities.

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Photos by Frankie Orrala. May 7, 2021

In addition, Pier J also has educational signs throughout the area about the complex interactions of marine animals and plants in Queensway Bay (home of the Queen Mary and the Aquarium of the Pacific), as well as the 5 fish that people should not eat. These 5 fish (white croaker, barred sand bass, black croaker, topsmelt, and barracuda) caught at Pier J are within the red zone and should not be consumed due to their high levels of toxic chemicals. 

These toxic chemicals are mostly found in the skin and fatty tissues of fish. To reduce exposure to these chemicals, it is recommended to only eat the fillet of “safe-to-eat” fish species that are not on the list of the most contaminated.

According to the anglers at this pier, Pier J reopened its fishing activities in February. Like Rainbow Harbor Pier described in my blog last month, Pier J is also very close to the mouth of the Los Angeles River, making it an area of ​​water quality concern for those who enjoy fishing on these piers. Heal the Bay’s Angler Outreach Program will resume activities in June, after a long hiatus due to COVID-19, and we are thrilled to be back educating Southern California pier anglers in-person about the potential effects of eating contaminated fish and how to stay healthy. 

Heal the Bay’s Angler Outreach Program (AOP) is part of the Fish Contamination Education Collaborative (FCEC), a public outreach and education component of the Palos Verdes Shelf Superfund program run by Environmental Protection Agency (EPA). The FCEC and AOP provide information on which fish should be avoided and which are safe to eat. Over the last 18 years, our Angler Outreach team members have talked with thousands of anglers (often in multiple languages) about the risks of consuming contaminated fish, what fish are safe to eat, and what cooking methods are safest. We also share other relevant information including maps showing the red zone, an area where toxic waste like DDT and PCBs, chemicals historically found in pesticides, were discharged through the sewer system and remain in sediment. Although DDT and PCBs are no longer used, their impacts can still be felt today; consuming DDT or PCB-contaminated fish can result in chronic health problems and the consumption of white croaker, barred sand bass, black croaker, topsmelt, and barracuda should be avoided. 

To learn more, visit www.pvsfish.org.

Ver En Español



Nuevas oportunidades de pesca en Pier J de la ciudad Long Beach: lo que debes saber sobre la pesca en la zona roja.

La pandemia ha traído muchos cambios a nuestras vidas y Pier J no es una excepción. Este hermoso lugar que tiene una vista espectacular de la marina de Long Beach ahora cuenta con una nueva infraestructura para disfrutar la pesca. Históricamente, “Pier J” no era un verdadero muelle, era solo una zona rocosa donde los pescadores debían tener una licencia para poder pescar.

En una visita reciente que realicé a este muelle, me sorprendió de los cambios que se han realizado en pier J durante la pandemia, haciéndolo aún más atractivo como lugar para visitar, pescar o simplemente disfrutar de su paisaje. Pier J ahora tiene dos muelles pequeños ubicados a lo largo de la zona rocosa. El primer muelle está justo debajo de la Terminal de cruceros y cuenta con bancos, baños, estacionamiento y un bebedero de agua para personas y mascotas. Moviéndose un poco más al sur se encuentra el segundo muelle que también cuenta con bancos, baños y estacionamiento, y que incluye facilidades para personas discapacitadas.

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Photos by Frankie Orrala. May 7, 2021

Además, Pier J también tiene avisos informativos en toda el área para aprender sobre las complejas interacciones de los animales y plantas marinas en Queensway Bay (hogar del Queen Mary y el Acuario del Pacífico) y tiene tambien los letreros de los 5 peces que la gente no debe consumer, debido a los altos niveles de contaminación. Estos 5 peces capturados en pier J (corvineta blanca, cabrilla, corvineta negra, pejerrey y barracuda) se encuentran dentro de la zona roja y no deben consumirse debido a sus altos niveles de químicos tóxicos.

Estos químicos tóxicos se encuentran principalmente en la piel y en los tejidos grasos de los peces. Para reducir la exposición a estos químicos, se recomienda comer solo el filete de las especies “seguras para comer” que no estén en la lista de las más contaminadas.

Según los pescadores de este muelle, Pier J reabrió sus actividades pesqueras en febrero de este año. Pier J se encuentra cerca de la desembocadura del río Los Ángeles, lo que lo convierte también en un área de preocupación por la calidad del agua para quienes disfrutan de la pesca en este muelle. El Programa Educacional Pesquero de Heal the Bay reanudará sus actividades en junio, después de una larga pausa debido al COVID-19, y estamos emocionados de volver a educar a los pescadores de los muelle del sur de California sobre los efectos potenciales de comer peces contaminados y cómo mantenerse saludables.

El Programa Educacional Pesquero de Heal the Bay (AOP) es parte del Grupo Educacional sobre la Contaminación de Peces (FCEC, por sus siglas en inglés), un componente de educación y divulgación de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés). La FCEC y AOP proporcionan información sobre qué peces se deben evitar y cuáles son seguros para el consumo. Durante los últimos 18 años, los miembros de nuestro equipo de AOP han hablado con miles de pescadores (a menudo en varios idiomas) sobre los riesgos de consumir peces contaminados, qué peces son seguros para el consumo y qué métodos de cocción son los más apropiados. También compartimos otra información relevante, incluídos mapas que muestran la zona roja, un área donde los desechos tóxicos como el DDT y los PCB, productos químicos que históricamente se encuentran en los pesticidas, se descargaron a través del sistema de alcantarillado y permanecen en el sedimento. Aunque el DDT y los PCB ya no se utilizan, sus impactos todavía pueden ser sentidos. El consumo de peces contaminado con DDT o PCB pueden provocar problemas de salud crónicos y deben evitarse el consumo de corvineta blanca, cabrilla, corvineta negra, pejerrey y barracuda.

Si desea más información, visite www.pvsfish.org 

View in English



Photo by Frankie Orrala (April 16, 2021)

This month, through our Angler Outreach Program, we’re spotlighting Rainbow Harbor in Long Beach.

Rainbow Harbor is an area with three mini piers located south of downtown Long Beach, right at the mouth of the Los Angeles River. Like many other local piers, it is a beautiful place for walks, with nearby spots to eat and enjoy fishing. It has a spectacular view that can be enjoyed all day. Rainbow Harbor has benches, and a great view of the park and the historic RMS Queen Mary. Fishing is allowed here, and you don’t even need a fishing license. In Rainbow Harbor, some of the most common fish caught are surf perch, mackerels, halibut, and white croakers.

On a recent visit to Rainbow Harbor, I enjoyed the relaxing atmosphere of the harbor, and had the privilege to speak with a diverse group of anglers. I was relieved to learn that most of them set out to catch perch or mackerels, for reasons I will discuss below. However, I became concerned when I learned most of them were not aware that the heavily polluted Los Angeles River discharges near the fishing pier.

Unfortunately Rainbow Harbor is within the red zone for fish contamination, and the consumption of white croaker, barred sand bass, black croaker, topsmelt, and barracuda should be avoided due to high levels of contaminants like DDT, PCBS, and mercury in their body tissue. The majority of these contaminants originate from the Montrose Chemical Plant’s illegal dumping activities 30 plus years ago, which creates health concerns for all ocean anglers in LA County to this day. Rainbow Harbor’s close proximity to the mouth of the Los Angeles River means anglers have even more contamination to worry about. The Los Angeles River discharges pollutants such as metals, toxins, and sewage into the ocean, near where these anglers are catching fish to eat.

A wading bird gets sun

That pollution does not originate in the Los Angeles River; it comes from the streets, sidewalks, lawns, and parking lots throughout our communities in the entire watershed. If we are going to protect the health of the anglers who are catching fish and their families, we need to acknowledge and address pollution on our streets, in the Los Angeles River, and in the ocean.

Our Angler Outreach Program, an educational program for shore and pier anglers in Los Angeles and Orange Counties about the risks of consuming contaminated fish will soon continue educating anglers that are fishing in the red zone in-person. The in-person outreach program was paused due to COVID-19. We also continue to encourage all to learn about water quality and ask questions about the latest water quality results at: www.healthebay.org/riverreportcard/

Ver En Español



People fishing off Rainbow Harbor pier
Photo by Frankie Orrala (April 16, 2021)

Rainbow Harbor es un área con tres mini muelles ubicados al sur del centro de Long Beach, justo en la desembocadura del río Los Ángeles. Como muchos otros muelles locales, es un hermoso lugar para pasear, con lugares cercanos para comer y disfrutar de la pesca. Tiene una vista espectacular que se puede disfrutar todo el día. Rainbow Harbor tiene bancas a sus alrededores, una gran vista del parque y del histórico RMS Queen Mary. La pesca está permitida y no se necesita una licencia de pesca. En Rainbow Harbor, algunos de los peces más comunes son la mojarra, la macarela, el lenguado y la corvineta o roncador blanco.

En una visita reciente a Rainbow Harbor, pude disfrutar de un ambiente relajante del puerto y tuve la oportunidad de conversar con un grupo diverso de pescadores. Me sentí aliviado al saber que la mayoría de ellos se disponian a capturar mojarras o macarelas, por razones que discutiré a continuación. Sin embargo, me preocupé cuando supe que la mayoría de ellos no sabían que el río Los Ángeles, está muy contaminado y que se descarga cerca del muelle de pesca.

Desafortunadamente, Rainbow Harbor se encuentra dentro de la zona roja de la contaminación de peces, y el consumo de la corvineta blanca, cabrilla, corvineta negra, pejerrey y barracuda deben evitarse debido a los altos niveles de contaminantes como DDT, PCBS y mercurio en sus tejidos. La mayoría de estos contaminantes se originaron de las actividades de vertido ilegal de la planta química Montrose hace más de 30 años, lo que ha creado preocupaciones de salud para todos los pescadores oceánicos en el condado de Los Ángeles hasta el día de hoy. La proximidad de Rainbow Harbor a la desembocadura del río Los Ángeles significa para los pescadores tener aún más contaminación de que preocuparse. El río Los Ángeles descarga en el océano contaminantes como metales, toxinas y aguas residuales, cerca de donde estos pescadores capturan sus peces para su alimntación.

Esa contaminación no se origina en el río Los Ángeles; se origina en las calles, aceras, jardines y estacionamientos de nuestras comunidades dentro de toda la cuenca hidrográfica. Si vamos a proteger la salud de los pescadores y sus familias, debemos reconocer y abordar la contaminación en nuestras calles, río de Los Ángeles y del océano.

Nuestro Programa Educacional Pesquero, continuará educando a los pescadores de costa y muelle en los condados de Los Ángeles y Orange sobre los riesgos de consumir peces contaminado. El programa de divulgación en persona ha estado paralizado por ahora debido al COVID-19. Continuaremos también alentando a todos para aprender sobre la calidad del agua y preguntarse sobre los últimos resultados de calidad del agua en: www.healthebay.org/riverreportcard/

Read in English



This month, through our Angler Outreach Program, we’re spotlighting Seal Beach Pier in Orange County.

Seal Beach Pier, located in Orange County, is one of the longest wooden piers in California. It was built at the beginning of the last century and has suffered damages caused by storms and a fire in 2016 that destroyed the restaurant located at the end of the pier. Fortunately, most of the pier was saved from the flames.

Like the rest of California’s public piers, fishing at the Seal Beach Pier is free. A fishing license is not required, but fishing regulations must be followed regarding the size and species that can be caught.

The pier is open to the public from 6am to 10pm, and has amenities for anglers including areas to clean fish, trash cans to deposit the waste, and specific receptacles for used fishing lines to prevent animal entanglement and pollution issues in the ocean. Anglers enjoy the pier individually or with friends and family members, bringing their own food and chairs to enjoy fishing and a day at the beach. During the weekends you can often observe entire families enjoying a day of fishing.

At Seal Beach Pier it is very common to catch corbina, perch, mackerel, topsmelt, and halibut. It’s even possible to see sharks! I have also seen how anglers work as a team – experienced anglers often readily share their bait with first-timers so that everyone can enjoy a good fishing day.

Seal Beach Pier is within the red zone, where the consumption of white croaker, barred sand bass, black croaker, topsmelt and barracuda should be avoided due to their high levels of toxins such as dichloro-diphenyl-trichloroethane (DDT) and polychlorinated biphenyls (PCBs). Signs on the pier list these five fish as contaminated.

People who regularly eat fish caught near the contaminated areas face greater health risks because of prolonged exposure to toxic chemicals such as DDT and PCBs.

Due to COVID-19, Heal the Bay’s Angler Outreach Program has suspended its educational activities at this pier. But once the health authorities allow it, we will return to the pier to educate pier anglers about the risk of consuming contaminated fish from the nearby superfund site at Palos Verdes Peninsula. Stay up to date on our Angler Outreach Program by checking out our latest blog posts.


Ver En Español



Seal Beach Pier, ubicado en el condado de Orange, es uno de los muelles de madera más largos de California. Fue construido a principios del siglo pasado y ha sufrido daños provocados por tormentas y un incendio en 2016 que destruyó un restaurante ubicado al final del muelle. Afortunadamente, la mayor parte del muelle se salvó de las llamas.

Al igual que el resto de los muelles públicos de California, la pesca en Seal Beach Pier es gratuita. No se requiere una licencia de pesca, pero se deben seguir sus regulaciones con respecto al tamaño y especies de peces que se pueden capturar.

El muelle está abierto al público de 6 a.m. a 10 p.m. y cuenta con comodidades que incluyen áreas para limpiar pescados, botes de basura para los desechos y receptáculos para desechar hilos de pesca usados para evitar enredos con animales y problemas de contaminación en el océano. Los pescadores disfrutan del muelle individualmente o con amigos y familiares, trayendo su propia comida y sillas para disfrutar de la pesca y cerca de la playa. Durante los fines de semana, a menudo se puede observar a familias enteras disfrutando de un día de pesca.

En Seal Beach Pier es muy común pescar corbinas, mojarras, macarelas, pejerrey y lenguados. A veces es posible ver tiburones. También he observado cómo los pescadores trabajan en equipo y a veces comparten sus cebos cuando alguien va a pescar por primera vez. Los pescadores experimentados comparten fácilmente su cebo para que todos puedan tener un buen día de pesca. 

Seal Beach Pier se encuentra dentro de la zona roja, donde se debe evitar el consumo de corvineta blanca, cabrilla, corvineta negra, pejerrey y barracuda debido a sus altos niveles de toxinas como dicloro-difenil-tricloroetano (DDT) y bifenilos policlorados (PCB). Los letreros en el muelle señalan a estos cinco peces como contaminados.

Las personas que consumen regularmente peces capturados cerca de las áreas contaminadas enfrentan mayores riesgos para la salud debido a la exposición prolongada a sustancias químicas tóxicas como el DDT y los PCB.

Debido a COVID-19, el Programa Educacional Pesquero de Heal the Bay ha suspendido sus actividades educativas en este muelle. Pero una vez que las autoridades de salud lo permitan, regresaremos al muelle para educar a los Pescadores sobre el riesgo de consumir pescado contaminado que vienen del sitio Superfund cercano a la península de Palos Verdes. Manténte informado sobre nuestro Programa Educacional Pesquero consultando nuestras últimas publicaciones en el blog.


View in English



Spotlighting Belmont Pier in Long Beach, a busy fishing spot, and Heal the Bay’s Angler Outreach Program.

Belmont Veterans Memorial Pier is located in Long Beach near the Belmont Shore neighborhood. The current pier opened in 1967 and is 1,800 feet long. At the end of the pier, there is a large hexagonal area with two “wings” extending 120 feet from each side, giving the pier an overall T-shape.  

Belmont Pier is popular for fishing and like other piers, a fishing license is not required to fish there. However, anglers must make sure to follow fishing regulations regarding size, limits, and seasons for certain species.  

Over the last 18 years, Heal the Bay’s Angler Outreach Program (AOP) has been educating anglers at Belmont Pier (and 7 other piers) about fish contamination, which fish to avoid eating, and which fish are safe to eat. This program is part of the Fish Contamination Education Collaborative (FCEC)which is managed by the US Environmental Protection Agency (EPA) as part of a far-reaching public education and outreach program about the Palos Verdes Shelf superfund site.  

The Belmont Pier is located in the red zone, where levels of DDT and PCBs are high due to the nearby contaminated site. These toxins can travel through the food chain and accumulate in certain fish – fish caught in the red zone that should not be consumed are the white croaker, black croaker, barred sand bass,  topsmelt,  and barracuda.  

Our Angler Outreach Program is currently suspended due to COVID-19, but when we were able to have in-person outreach, Belmont Pier was regularly one of the top piers in terms of numbers of anglers we talked to. In 2018, we reached 9,801 anglers across 8 piers in the LA region. AOP team members visited all the piers for equal amounts of time, but talked to over 2,500 anglers at Belmont Pier alone (approximately 25%).


Belmont Pier on February 25, 2021

When we conduct outreach to anglers, we also collect data on the types of fish they are catching and each anglers’ zip code . We collect zip code data from new anglers,  and those we have not done outreach to before. In 2018, we collected zip codes from 1,165 anglers at Belmont Pier. The areas where the most anglers came from included Long Beach, as well as surrounding inland areas of Carson, Bellflower, Paramount, and Huntington Park. Collecting this data helps ensure that outreach is also conducted in the communities where anglers reside, through the community partners of the FCEC, along with piers.

In 2018, we documented that anglers at Belmont Pier caught 1,051 fish (over a total survey time of ~144 hours). Of those fish, the majority (85%) were mackerel. We did find that 61 (or 6%) of those fish were on the “do not consume” list, including white croaker, topsmelt, and barred sand bass. There is still a need to continue educating anglers about fish contamination and ensuring that they have the knowledge to protect themselves and their families.


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