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Heal the Bay Blog

Category: Beach Report Card Spanish

Resumen ejecutivo
Las calificaciones durante la temporada seca de verano fueron excelentes en todo el estado, 94 % de las playas de California recibiendo calificaciones A y B, lo cual está a la par con el promedio de cinco años. Las calificaciones durante la Temporada Seca de Invierno estuvieron ligeramente por debajo del promedio con 88% de las playas que recibieron calificaciones A y B. Las calificaciones de la Temporada Lluviosa del año pasado estuvieron un poco por encima del promedio con 66% de las playas que recibieron calificaciones A y B.

Los condados costeros están experimentando sequías moderadas o extremas y han recibido un 24 % menos de precipitaciones que el promedio histórico. Las precipitaciones por debajo del promedio pueden haber resultado en ligeras mejoras para las calificaciones durante la Temporada Lluviosa porque se redujeron las cantidades de contaminantes, incluidas las bacterias. Sin embargo, la reducción de las precipitaciones no siempre da como resultado mejores calificaciones, en nuestro último informe encontramos que la precipitación de California es un 41 % más baja que el promedio histórico y que los calificaiones de la Temporada Lluviosa son más bajas que el promedio. La investigación ha encontrado que la duración y frecuencia de las tormentas pueden tener un gran impacto en las concentraciones de bacterias en el océano, lo que puede explicar las diferencias entre las calificaciones de la Temporada Lluviosa de este informe y del anterior.

  • Playa Blanca cerca de Tijuana es la numero en la lista de las Peores Playas de este año. Esta playa y otras en el área se ven afectadas por el escurrimiento urbano contaminado con aguas residuales del área metropolitana de Tijuana, que tiene una infraestructura de alcantarillado insuficiente y en algunos lugares, inexistente. Esta playa también puede recibir flujos de contaminación de aguas residuales provenientes de la planta de tratamiento Punta Bandera al norte de esta playa.
  • El condado de San Mateo ha producido el mayor numero de Peores Playas que cualquier otro condado en los últimos años. Por tercer año consecutivo, Erckenbrack Park esta en la lista de las Peores Playas; Marlin Park está haciendo su segunda aparición consecutiva; y Lakeshore Park ha estado en la lista por cinco ocaciones en los últimos 10 años. Estas playas están encerradas en un mosaico de canales de poca circulación de agua, en donde la contaminación no se elimina fácilmente de las playas.
  • El muelle de Santa Mónica, que alguna vez fue una de las principals playas en la lista de las Peores Playas, vuelve a aparacer nuevamente ocupando la posicion número cuatro de esta lista. La última vez que el muelle de Santa Mónica apareció en la lista de las peores playas fue en 2018. Los funcionarios de la ciudad de Santa Mónica han declarado que planean reemplazar la malla deteriorada que excluye a las aves debajo del muelle. Las aves atraídas por el muelle son una fuente potencial de contaminación fecal.
  • Marina Del Rey Mother’s Beach es el hogar de dos ubicaciones en la Lista de las Peores Playas de este año, lo cual no es una sorpresa dada la historia de esta playa. La mala calidad del agua ha persistido desde el inicio del Boletín de Calificaciones de Playas hace más de 30 años. Las características que hacen de esta playa un gran destino para familias, la hacen también para la contaminación bacteriana. Esta playa está encerrada dentro de Marina Del Rey, por lo tanto, tiene poca acción de olas o de circulación de agua. Eso significa que la contaminación bacteriana no se elimina de la costa como lo hacen en playas de mar abierto. El condado de Los Ángeles ha implementado muchos proyectos de mejora de calidad del agua en el área, pero las características físicas aquí dificultan la eliminación de los altos niveles de contaminación.
  • Moonstone Beach County Park en el condado de Humboldt está haciendo su primera aparición en esta lista. playa recibe aportes de contaminación del Little River que desemboca en el océano en este lugar. Un estudio realizado en la cercana playa Clam Beach encontró que las aves, vacas y perros fueron fuentes de contaminación fecal, aunque se necesita más investigación para evaluar los riesgos para la salud en el Parque del condado de Moonstone.
  • Vaughn’s Launch en el condado de Orange es un lugar de muestreo dentro del área de Newport Bay State Marine Conservation. La natación y la pesca no están permitidas aquí, pero sí el kayak y paddleboard; el lugar más cercano para botes es el Centro Acuático de Newport Bay. Vaughn’s Launch se ve afectado por un arroyo cercano que lleva escurrimientos urbanos de los vecindarios circundantes. Los funcionarios locales han trabajado para abordar ciertos contaminantes del área, canalizando el agua potencialmente contaminada a través de un estanque de retención con vegetación natural. Sin embargo, el depósito de retención no se construyó para filtrar bacterias indicadoras fecales, por lo que no sabe qué tan efectivo es contra la contaminación fecal. Se sospecha que las poblaciones naturales de aves son la razón de los altos recuentos de bacterias, pero se necesita más investigación para respaldar esa afirmación.
  • Tijuana Slough, aproximadamente a una milla al norte de la desembocadura del río Tijuana, estáen la posicián número 10 de este año. Esta ubicación se ve afectada por la contaminación de las aguas residuales que el río Tijuana lleva al océano. La infraestructura deteriorada e insuficiente de alcantarillado de la Ciudad de Tijuana envía cada año millones de galones de aguas residuales al Río Tijuana y al océano Pacífico. Las investigaciones recientes también han demostrado que las descargas de aguas residuales parcialmente tratadas de la planta de tratamiento Punta Bandera en Tijuana, fluyen hacia el norte e impactan las playas en la región fronteriza.

Las playas de Oregón no fueron monitoreada con la frecuencia suficiente para recibir una calificación durante la Temporada Seca de Verano, ni tampoco durante los meses de invierno. Solo seis condados recibieron calificaciones durante la Temporada Lluviosa y solo el 57 % de las playas recibieron calificaciones A y B, que fueron las más bajas (79 %) del promedio histórico del estado.

Las calificaciones del estado de Washington durante la Temporada Seca de Verano fueron del 79% de las playas que recibieron calificaciones A y B, y que está muy por debajo del promedio del 96%. Las calificaciones durante la Temporada Lluviosa de Verano fueron excepcionales e iguales al promedio histórico, con un 94% recibiendo calificaciones A y B. Desafortunadamente, no se monitorearon las playas de Washington durante los meses de invierno, por lo que no se pudo calcular las calificaciones la Temporada Seca de Invierno.

En el área de Tijuana, se encontraron niveles preocupantes de contaminación en tres playas de monitoreo. El Faro y El Vigia recibieron una D durante la Temporada Seca de Verano, mientras que Playa Blanca recibió una F y terminó en nuestra lista de las Peores Playas. Las tres playas recibieron calificaciones de F durante las temporada Secas y Lluviosas de Invierno.

Durante el último año, las aguas de la Costa Oeste sufrieron varias descargas contaminantes catastróficas que pusieron en peligro la salud pública y de nuestros ecosistemas costeros. Este “verano de derrames” fue el resultado de múltiples fallas de infraestructura, exacerbadas aún más por la falta de notificación pública de parte de las agencias públicas. Una red de alcantarillado rota envió siete millones de galones de aguas residuales al Canal Domínguez, un área que desemboca en el océano cerca de Long Beach, California. Desafortunadamente, ese incidente fue eclipsado por otra ruptura de tubería en la Planta Internacional de Tratamiento de Aguas Residuales al norte de Tijuana, en el lado estadounidense de la frontera. Esa rotura envió por varias semanas casi mil millones de galones de agua contaminada con aguas residuales al océano Pacífico. Un derrame de aguas residuales de 13 millones de galones de la planta de Tratamiento Hyperion de Los Ángeles fue el resultado de una falla en el sistema de eliminación de basura de la planta. Los residentes del condado de Los Ángeles no fueron notificados de los posibles riesgos para la salud hasta aproximadamente 20 horas después de que ocurriera el derrame. En el mes de octubre, se filtraron 25.000 galones de petróleo de un oleoducto frente a la costa de Huntington Beach, California. El derrame de petróleo cerró las playas debido a la naturaleza tóxica del crudo y sus vapores. En una narrativa muy común, los residentes y visitantes del Condado de Orange no fueron notificados sino hasta la mañana siguiente de lo ocurrido.



Guadalupe Dunes during sunset

Resumen ejecutivo

Las playas de California tuvieron una excelente calidad de agua durante los meses de verano del 2020. De más de 500 playas en todo el estado, el 93% obtuvieron buenas calificaciones (A y B). Las precipitaciones del año pasado estuvieron drásticamente por debajo del promedio, lo que generalmente conlleva a una mejor calidad del agua debido a las cantidades reducidas de contaminantes que fluyen hacia el océano. Sin embargo, las calificaciones durante la temporada de lluvias fueron peores al promedio en este año, probablemente debido al hecho de que la mayoría de los datos durante la temporada de lluvias se recopilaron cuando se registraron las primeras lluvias (que son las más importantes) las cuales llevan más contaminación.

• La desembocadura del río Tijuana y la playa que se encuentra a menos de una milla al norte se encuentran en nuestra lista de las Peores Playas. Estas playas se ven afectadas por las aguas residuales que fluyen desde el río Tijuana y de la Planta de Tratamiento Punta Bandera. Las aguas residuales tienen su origen en la infraestructura del alcantarillado deteriorado e insuficiente en la ciudad de Tijuana.

• El condado de San Mateo continúa luchando con la calidad del agua, ya que tres playas en el área de Foster City se encuentran en la lista de las Peores Playas: Erckenbrack Park, Gull Park y Marlin Park. Erckenbrack Park apareció en la lista de las peores playas el año pasado junto con otras cinco playas del condado de San Mateo. Cuatro de esas peores playas del 2019 no fueron monitoreados en absoluto en 2020. Esto es alarmante ya que este tramo de costa ha experimentado altos niveles de contaminación fecal y es muy popular entre los bañistas que ahora no tienen información sobre la potencial contaminación.

• Capitola Beach en el Condado de Santa Cruz es la playa número tres en la lista de este año. El arroyo de Soquel Creek desemboca en el océano cerca de esta playa, descargando bacterias contaminantes de toda la cuenca. Esta playa ha sido un fastidio desde que se lanzó el Boletín de Calificaciones de Playas.

• La unica Peor Playa del condado de Los Ángeles es la palaya Mother’s Beach en Marina Del Rey, que no es ajena a la lista de las playas más contaminadas del estado. Esta playa está encerrada y experimenta poca acción de las olas, por lo que la contaminación bacteriana no se elimina facilmente.

• Clam Beach en el condado de Humboldt ha recibido el estatus de la Peor Playa en siete de los últimos 11 años. La calidad del agua en esta playa del norte de California se ve afectada negativamente por la escorrentía agrícola que fluye hacia el océano a través de los arroyos de Patrick Creek y Strawberry Creek.

• El Candlestick Point de San Francisco en Windsurfer Circle regresa a la lista después de una pausa de siete años. Candlestick Point se encuentra en la Bahía de San Francisco, y aunque no es un área encerrada, es probable que no experimente tanta circulación de agua como una playa de mar abierto.

• East Beach en Santa Bárbara está haciendo su primera aparición en la lista de las Peores Playas. La contaminación bacteriana del área de Santa Bárbara fluye en el océano hacia la playa de East Beach a través del arroyo de Mission Creek.

Las playas de Oregon no fueron monitoreadas con la frecuencia suficiente para recibir una calificación este verano, y no se monitorearon sus playas durante los meses de invierno. Solo cuatro condados de Oregon recibieron calificaciones durante la temporada de lluvias, que fueron mediocres y muy por debajo del promedio en temporada lluviosa del estado de 82% que recibieron calificaciones de A y B.

Las calificaciones durante la temporada seca de verano en el estado deWashington fueron excelentes y el 96% de las playas recibieron calificaciones de A y B. Las calificaciones en temporada lluviosa fueron excepcionales y por encima del promedio, con un 91% que recibieron calificaciones de A y B. Las playas del estado de Washington no fueron monitoreadas durante los meses de invierno, por lo que no se pudieron calcular las calificaciones durante la temporada seca de invierno.

El verano 2020 fue el primer año en que las playas de Tijuana, México se incluyeron en el Boletín de Calificaciones de Playas. Las playas de El Faro y El Vigía recibieron una B para las calificaciones durante la temporada seca de verano, mientras que Playas Blanca recibió una D. Las calificaciones durante la temporada seca de invierno mostraron un patrón similar donde El Faro y El Vigía recibieron una D, y Playas Blanca recibió una F. Las tres playas recibieron F para la temporada lluviosa. Este tramo de costa recibe a millones de visitantes cada año y se ve muy afectado por la contaminación de las aguas residuales durante todo el año, incluso durante la temporada seca. La fuente principal de contaminación es la planta de tratamiento Punta Bandera ubicada al sur de Tijuana, que regularmente libera aguas residuales no tratadas o parcialmente tratadas al océano.

El Boletín de Calificaciones de Playas se enfoca en la calidad del agua de las playas océanicas. Sin embargo, monitorear la calidad del agua en los sitios de agua dulce, como ríos, lagos y arroyos, y hacer que esa información esté disponible para el público también es importante para proteger la salud pública en sitios recreacionales. Heal the Bay creó el Boletín de Calificaciones de Ríos (River Report Card) para informar al público de la calidad del agua en nuestros ríos y arroyos. Heal the Bay recolecta muestras y analiza la calidad del agua en seis sitios recreacionales en el condado de Los Angeles, recopila datos de monitoreo de 22 stios adicionales del condado de Los Ángeles; y transforma los datos en grados codificados por colores de fácil comprensión. Antes de dirigirse a una área de recreación de agua dulce en el condado de Los Ángeles, consulte nuestro River Report Card en , que se actualiza regularmente durante los meses de verano.

Heal the Bay también patrocina el Proyecto de Ley 1066 de la Asamblea (Bloom) en California, que es el primer paso para garantizar que los sitios de recreación de agua dulce en el estado sean monitoreados para detectar contaminación fecal y que se informe a la comunidad.



Our 30th Anniversary of the annual Beach Report Card:

Thirty years ago people were getting sick from going in the ocean, and there was no way for them to know when or where they were at risk. Heal the Bay introduced the Beach Report Card in 1990-1991, a tool to help keep the public safe at the beach. It is also a powerful resource used to advocate for water quality policies and improvement projects.

Thirty years later, Heal the Bay is stoked to release the 30th annual Beach Report Card, because a day at the beach shouldn’t make anyone sick. This report assigns A-to-F letter grades for more than 500 California beaches, based on levels of bacterial pollution in the ocean.

So, what did our staff scientists find? Here are our major takeaways:

  • California beach water quality improved in 2019-2020, driven in large part by decreased rainfall. Rainfall across coastal counties in California was 12 percentage points lower than the historical average. Less rain means fewer pollutants, including bacteria, were flushed through storm drains and rivers into the ocean. Because of this pollutant flushing, only 65% of CA beaches received good or excellent grades during wet weather.
  • The notorious Beach Bummer list—a ranking of the ten most polluted beaches in the state—includes six bacteria-impaired beaches within San Mateo County. This is an unusually high number of beach bummers for a single county. The remaining four beach bummers are located in Southern California and are frequent pollution offenders. (View the Beach Bummers of 2020.)
  • While scientists remain deeply concerned about water quality issues, there is some good news for beachgoers. 92% of the 500 California beaches monitored by Heal the Bay received an A or B grade for the summer season. During dry weather in the winter season, 91% of beaches received an A or B grade, which was slightly better than average. (Go to pages 5-6 of the report for the full Executive Summary.)
  • Overall, 42 out of more than 500 monitored California beaches made it on Heal the Bay’s coveted Honor Roll this year, which is higher than last year (33) and the year before (37) likely due to lower than average rainfall. To make it on the Honor Roll the beach must be monitored year-round and score perfect A+ water quality grades each week in all seasons and weather conditions. Most beaches on the Honor Roll are in Southern California because many counties in Central California and Northern California do not sample frequently enough during the winter months. (For the full Honor Roll list, see pages 14-15 of the report.)
  • The COVID-19 pandemic has upended daily life around the world and has devastated households and communities. We must continue to practice physical distancing and other health and safety procedures, and to keep in mind that a large percentage of people can spread the virus without showing symptoms. The closure of beaches in many locations due to COVID-19 has highlighted the importance of beaches in our lives as open spaces for recreation, relaxation, exploration, and places to gather. But, COVID-19 has also exposed major systemic failures; open spaces, including beaches, are not equally accessible to all people and the public health impacts of health crises as well as poor water and air quality are not shared equally across communities. Low-income communities of color tend to be the most burdened and vulnerable communities, bearing the brunt of environmental and economic impacts. As we plan for the future post-COVID-19, we can and must do better to protect everyone. (Learn more on page 49.)
  • Heal the Bay is expanding the Beach Report Card to include three beaches in Tijuana, Mexico: El Faro, El Vigia, and Playa Blanca. These popular beaches in Mexico, along with Imperial Beach in California, US, are impacted by millions of gallons of raw sewage that flow into the ocean through the Tijuana River. As a result, the public is at a greater risk for getting ill and local beaches are often closed for months on end. Heal the Bay is partnering with Proyecto Fronterizo de Educación Ambiental to help spread awareness about water quality in Tijuana. Margarita Diaz, Director of Proyecto Fronterizo de Educación Ambiental, says “Showing the integration of what is happening on both the US and Mexican portion of our watershed is a long overdue requirement for understanding environmental health issues—particularly as they relate to water quality in our shared watershed—given that they are intrinsically connected.” (Learn more on page 50.)

Tips for staying safe at the beach:

  • Check beachreportcard.org for latest water quality grades (available on iOS & Android)
  • Avoid shallow, enclosed beaches with poor water circulation
  • Swim at least 100 yards away from flowing storm drains, creeks, and piers
  • Stay out of the water for at least 72-hours after a rain event
  • Wear a mask when not in the water and remain at least 6 -feet away from people not from your household at all times
  • Follow all local health and safety regulations, and check in with the lifeguard on duty for more information about the best places to swim

In analyzing the last thirty years of water quality data, one major finding we uncovered in California was the number of beach and coastal access days the public lost out on due to bacterial-pollution risks.

There have been 66,605 bacterial-pollution exceedance events at California beaches in the last 30 years (Summer Dry, Winter Dry, Wet Weather combined). That’s an average of 2,220 exceedance events per year in California. We estimate the bacterial pollution issue has resulted in 132,130 to 396,390 beach advisory days where the public has not been allowed to access the beach. See pages 22-27 to view an outline of the major policies that the Beach Report Card has influenced over the years as well as whether or not water quality has improved over time.

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About the Beach Report Card with NowCast

The annual Beach Report Card includes an analysis of water quality for three time periods: summer dry season (April through October 2019), winter dry weather (November 2019 through March 2020) and year-round wet weather conditions. The grading methodology is endorsed by the State Water Resources Control Board. All county health departments in California are required to test beach water quality samples for fecal indicator bacteria at least once a week during the summer season. Many counties also monitor heavily used beaches year-round. Heal the Bay compiles the complex shoreline data, analyzes it, and assigns an easy-to-understand letter grade.

In addition to providing weekly water quality grades for 500 beaches statewide, Heal the Bay scientists continue to expand NowCast, a daily water quality predictive service at 20 popular beaches in California. Using sophisticated machine learning, environmental science data, modeling, and past bacteria samples, Heal the Bay accurately predicts when beaches should post warning signs because of potential bacterial pollution. This new approach enhances public health protections by providing more advanced water quality information to public health officials and beachgoers.

Heal the Bay’s Beach Report Card is made possible through the generous support from SIMA Environmental Fund, Swain Barber Foundation, and Sony Pictures Entertainment.

For a detailed look at beach results by location, why some beach types are more vulnerable to higher levels of pollution, and detailed report methodology, please refer to our complete report. A PDF version of the 2019-20 annual Beach Report Card is available to download at  https://healthebay.org/wp-content/uploads/2020/06/Report-2020_web.pdf


VIEW A RECORDING OF OUR LIVE CONFERENCE

Heal the Bay hosted a live conference on June 30 at Noon to reveal this year’s annual Beach Report Card findings. Speakers included: Dr. Shelley Luce, President and CEO at Heal the Bay, Luke Ginger, Water Quality Scientist at Heal the Bay, Frankie Orrala, Angler Outreach Program Manager at Heal the Bay, and Laurie Silvan, Director of the Board for Proyecto Fronterizo de Educación Ambiental (PFEA). View recording: https://attendee.gotowebinar.com/recording/2147380701854201099



Hoy empezamos de publicar notas de la calidad de agua de las zonas recreativas de agua dulce que existan aquí en Los Ángeles. Nuestra científica Dr. Katherine Pease nos explica por qué este labor es importante y nos habla de la gente interesante que nos está ayudando de completarla.

El verano pasado, Heal the Bay publicó un estudio importante de la calidad de agua que mostró que la contaminación por las bacterias seguían asolando al río Los Ángeles en una manera crónica y a largo plazo. Nuestro estudio ha demostrado que las zonas recreativas de agua dulce, que son cada vez más populares, padecen de la mala calidad de agua y presentan riesgos para la gente que visita aquellas zonas de agua dulce para pescar, nadar, o hacer kayaking.

Los hallazgos eran una causa de preocupación, pero también nos dieron una oportunidad. Después de que los publicaron, la pública se renovaron su interés en el río Los Ángeles y inspiró un plan para la revitalización de las aguas de L.A., que cuesta hasta mil millones.

Aprovechamos del estudio y se inspiró en nuestro trabajo en proteger la salud pública por proporcionar un reporte de la calidad de agua en nuestras playas, hemos comprometido de publicar notas de la calidad de agua en los ríos por todo Los Ángeles.

Hoy revelamos el reporte del río, un nuevo instrumento en línea que permite a nuestros usuarios comprueba los niveles de las bacterias dañinas en hasta doce zonas recreativas de agua dulce, de Malibu hasta Frogtown, de Encino hasta Atwater Village.

Empezamos en 2014 a monitorizar a las zonas recreativas del interior. Primero, monitorizábamos las pozas en las Montañas de Santa Mónica, se agregaron luego otros sitios del río Los Ángeles en 2015. Para asegurar que la gente pueda ver todos estos sitios cuales son seguros, publicamos todo en un blog semanal.

El público tiene acceso a nuestro programa, ya ampliada, en los mapas online para comprobar las calificaciones de la calidad de agua (verde, amarilla, o roja) en su zona recreativa preferida. Actualizaremos el reporte dos veces a la semana, cada lunes y miércoles. Los datos de las pruebas por los niveles de las bacterias vienen del personal mismo de Heal the Bay, complementado por pruebas hechas por la ciudad de Los Ángeles y Council for Watershed Health como parte de Los Ángeles River Watershed Monitoring Program (LARWMP).

Nuestro informe de la calidad del agua en el río Los Ángeles ganó mucho atención el año pasado, mejorando en la conciencia pública sobre los problemas de la cualidad de agua en el río.

Entre los cambios positivos:

  • El Departamento de Salud Pública de Los Ángeles ya tiene un sitio de web dedicado a las zonas recreativas de agua dulce.
  • Otras agencias ya hacen pruebas por la calidad de agua en el río por el programa de LARWMP (Antes era sólo nosotros, Heal the Bay, que hicimos pruebas de las zonas recreativas de la Valle Elysian).
  • El saneamiento de la ciudad de Los Ángeles pusó avisas por todo el río de Los Ángeles que le recomendaron Heal the Bay y El Departamento de Salud Pública de Los Ángeles.

En otro cambio positivo, Heal the Bay contrató estudiantes de las universidades locales para realizar este trabajo.

A través de un subsidio, trabajamos con Los Angeles Trade Technical College, una universidad técnica en el centro de Los Ángeles. Este verano cinco estudiantes de LATTC han unido nuestro equipo para aprender la ciencia de monitorizar la calidad de agua y defendiendo las protecciones del medio ambiente — desde el río de su ciudad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El entusiasmo que nos han traído los estudiantes para el río es contagioso, y sus raíces y experiencias diferentes nos han traído una perspectiva nueva para nuestro trabajo. (Se puede leer de todos ellos aqui). El entrenamiento subraya el compromiso de Heal the Bay para que la gente que trabaje en la ciencia de medio ambiente sea variada y pueda ayudar a desarrollar los futuros líderes de nuestra región.

Enfocamos en las experiencias de estos estudiantes por todo el verano en nuestro blog y por nuestros canales sociales — compruebe lo que nos dicen de su experiencia.

Los estudiantes se encargan con una labor importante: encontrar de donde viene la polución que está en el río. Es una pregunta importante, no sólo para la gente por el cauce del río sino también para la gente que usa el mar. La gran mayoría de la polución que afecta a nuestras playas llega ahí de los ríos.

Para encontrar los orígenes de la polución, los estudiantes andan en bicicleta por toda el Valle Elysian para identificar y probar los pluviales.

La realización de monitorizar este trabajo es fascinante – conseguimos datos importantes y nos presenta la oportunidad de acercarnos al río. Cada semana vemos a la gente usando el río para las actividades recreativas como nadar, pescar, y hacer kayaking sino también para las necesidades humanas básicas como bañarse y limpiar la ropa.

Áreas que tienen agua corriente ofrecen la gente y sus perros un descanso del calor del verano. Sirven la gente sin hogar como un lugar donde se puede bañar. También son los sitios primeros dañados por los residuos urbanos contaminantes que luego dañará a la gente, el hábitat, y la vida silvestre en los ríos y en el mar también.

Son observaciones tristes, pero también tenemos noticias buenas. Cada vez hay más gente conectando con la naturaleza y descubriendo el oasis en Los Ángeles urbano. Muchos de los lugares del interior tienen una calidad buena de agua y sus residentes son determinados de proteger sus aguas.

Alentamos que ustedes vuelvan para nuestro sitio de web, que pasen para las zonas recreativas, aprendan de la calidad de agua, y aprendan lo que ustedes pueden hacer para mejorar la calidad de agua aquí en Los Ángeles.

Si usted está pensando en ir a las zonas recreativas de agua dulce, pasen por nuestra página de FAQ para informarles de las zonas recreativas y la calidad de agua.



Por Matthew King | traducido por Beatriz Lorenzo | 25 enero 2017

La semana pasada el nuevo gobierno ordeno la congelación de los fondos para las becas y los contratos con la EPA. El director de comunicaciones Matthew King repasa cinco formas en las que esta directiva podría dañar la bahía.

Estos son tiempos revueltos y extraños en Washington D.C. Muchos conservadores y populistas están eufóricos con el nuevo gobierno, mientras que los progresistas cada día que pasa se sienten más pesimistas.

También nos podemos aventurar a decir que también son tiempos revueltos en nuestras oficinas a medida que vamos entendiendo y procesando lo que las acciones de la administración de Trump suponen para nuestro trabajo y para la bahía.

Como un perro guardián de confianza, Heal the Bay se guía por la mejor ciencia y no por las emociones. Y cuando una acción federal de la nueva administración amenaza la salud y el bienestar de la Bahía, hablamos bien claro.

Pues bien, éste es uno de esos momentos.

La semana pasada llegué al trabajo y nos enteramos de que la nueva administración había impuesto la congelación inmediata de todos los contratos y becas de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (U.S. EPA). El alarmante procedimiento “amenaza con interrumpir operaciones tan importantes como las limpiezas de tóxicos o la monitorización de la calidad del agua”, según la investigación de ProPublica.

En total, la U.S. EPA reparte aproximadamente unos $6.4 billones en becas federales cada año para apoyar testeos, limpiezas e iniciativas para la recuperación, incluyendo varios de los programas de Heal the Bay.

Los funcionarios de la transición insisten en que es una mera pausa para permitir a los nuevos gerentes valorar si los programas deben continuar. Pero los empleados con más antigüedad y abogados especializados dan una imagen diferente – normalmente se congelan las contrataciones de empleados, pero no las becas, esto es inusual y amenaza con la interrupción de las contratas.

Según ProPublica, así respondió un contratante con la EPA a las preguntas de un empleado de una gestora de aguas pluviales: “ahora mismo estamos esperando. La nueva administración de la U.S. EPA ha pedido que todas las contratas y becas se suspendan temporalmente con efecto inmediato. Y hasta que recibamos clarificación del asunto, esto incluye tareas y asignación de proyectos.”

Hay muchas preguntas en el aire con esta suspensión, como cuanto durara y a que contratas impactara de modo más directo.

Como destinatarios de casi $200,000 anuales en formas de becas de la U.S. EPA estamos preocupados. De forma similar, muchas de las organizaciones con las que estamos asociados reciben fondos federales que impulsan iniciativas de colaboración con Heal The Bay.

Aún tenemos más preguntas que respuestas, pero vamos a ver el top 5 de los que se podrían ver afectados por la congelación de los fondos:

  1. Monitorización habitual de la calidad del agua de las playas

Nuestro Informe de Playas da una nota semanalmente de A a F a más de 500 playas en California, evitando que millones de personas que van a la playa se pongan enfermas. Los fondos de la U.S. EPA respaldan el testeo semanal del agua llevado a cabo por muchas agencias de salud condales por todo el estado. Sin dinero = no hay testeo = no hay datos = no hay informe de playas = puesta en peligro de la salud pública. En el pasado nos hemos enfrentado a problemas de este estilo cuando ha habido reducciones temporales del presupuesto, y hemos podido articular fondos poco a poco para poder seguir haciendo la monitorización. Pero ahora mismo, respecto a programas en las playas, no hay un plan del estado u otras instituciones financieras de recoger los pedazos que la EPA ha dejado.

  1. Mantener los ríos y arroyos locales sanos.

La salud de la bahía no se puede separar de la salud de las aguas que desembocan en ella. Arroyos, ríos y riachuelos fluyendo limpios traen consigo numerosos beneficios medioambientales, de hábitat, de mejor calidad del agua y de espacios de ocio. La U.S. EPA financia nuestro programa Stream Team pagando a los científicos empleados en la monitorización del agua y educación del público en lo referido al rio de Los Ángeles. Programas como el U.S. EPA’s Urban Waters Grant están especialmente diseñados para respaldar la restauración y protección de importantes vías de agua que fluyen por nuestras comunidades en los sitios en los que se necesita más un entorno natural al aire libre. La pérdida de programas como este es particularmente devastador para L.A.

    1. Proteger nuestros menguantes humedales

L.A. ya ha perdido el 95% de sus lagunas costeras. Con el cambio climático y la urbanización invadiendo los pocos humedales que quedan, es crítico que actuemos ya para defender este hábitat natural. A través del National Estuary Program, la U.S. EPA trabaja para coordinar la protección y restauración de hábitats importantes en la bahía de Santa Mónica, como el Ballona Wetlands o las dunas costeras. Sarah Sikich, vicepresidenta de Heal the Bay’s, es también la vicepresidenta de la Junta Directiva de la Comisión de Restauración de la Bahía de Santa Mónica (Santa Monica Bay Restoration Commission Governing Board), el socio estatal del programa nacional de estuarios (National Estuary Program). Sin esta comisión, la protección y revitalización de los hábitats y de la calidad del agua en la Bahía de Santa Mónica quedaría seriamente incapacitada.

Son iniciativas esenciales para la salud a largo plazo de la bahía y en último caso, del sur de California. Congelar o reducir estos programas sería realmente imprudente.

      1. Deshacerse del DDT en la Bahía

Mucha gente no se da cuenta de que la Bahía es lo que se llama un EPA Superfund site – que significa que somos uno de los lugares más peligrosamente contaminados de la nación. Un espacio de 180 acres de fondo marino cerca de Palos Verdes es el depósito más grande del mundo del pesticida DDT, un legado químico de los años 50 y 60.

El plan a largo plazo de la EPA de limpiar este desastre no debería quedarse en el limbo, ya que existe un acuerdo legal que requiere la limpieza de estos vertidos para proteger la vida animal y la salud pública.

      1. Prevenir el consumo de pescados locales contaminados

Gran cantidad de los peces pescados en la Bahía de Santa Mónica son aptos para el consumo. Pero algunas especies están contaminadas con niveles tóxicos de DDT, PCB y mercurio. Gracias a los fondos de la EPA, nuestro laureado equipo “Pier Angler Outreach” ha sondeado los sitios comunes de pesca local y ha advertido directamente a cerca de 150,000 personas sobre los peces aptos o no para consumo en una variedad de idiomas, desde tagalo a español. Por ser este un trabajo contratado requerido por un acuerdo legal, se encuentra en peligro por la congelación de fondos.

Por último, la congelación de fondos y contratas son parte de preocupaciones mayores. El nuevo gobierno ha empezado a avanzar amenazas reales para reducir programas de aguas limpias y regulaciones para proteger la salud pública; proteger hábitats como humedales y arroyos que amortiguan los impactos del cambio climático en comunidades y salvaguardan la fauna y otros logros importantes en materia de medioambiente.

Amordazando a sus agencias para que no comuniquen su importante labor y el estado real del medioambiente también es perjuicio enorme para el público, pues mantiene a los americanos en la ignorancia sobre importantes descubrimientos y sobre el estado de sus recursos naturales.

En los próximos días, prometemos compartir más información sobre los cambios de la U.S. EPA según los vayamos recibiendo. Y aun preocupados por las acciones de la semana pasada, seguimos en alerta por si se retira algunas de las regulaciones federales de las que se ha hablado que tuviese impacto en California. Si le preocupan estos problemas, es el momento de hacer oír su voz.

Contacte a su representante para pedirle la protección de estos programas tan importantes para el medioambiente. Pronto pondremos en marcha una alerta para que pueda pedir a los legisladores que mantengan los fondos de la EPA que más afectan a la Bahía en marcha. Permanezca a la escucha.

Según vamos haciendo la estrategia para la respuesta formal a la congelación de fondos, le animamos a hacer una donación para respaldar nuestro trabajo protegiendo la Bahía.



Por Matthew King | traducido por Beatriz Lorenzo | 25 enero 2017

La semana pasada el nuevo gobierno ordeno la congelación de los fondos para las becas y los contratos con la EPA. El director de comunicaciones Matthew King repasa cinco formas en las que esta directiva podría dañar la bahía.

Estos son tiempos revueltos y extraños en Washington D.C. Muchos conservadores y populistas están eufóricos con el nuevo gobierno, mientras que los progresistas cada día que pasa se sienten más pesimistas.

También nos podemos aventurar a decir que también son tiempos revueltos en nuestras oficinas a medida que vamos entendiendo y procesando lo que las acciones de la administración de Trump suponen para nuestro trabajo y para la bahía.

Como un perro guardián de confianza, Heal the Bay se guía por la mejor ciencia y no por las emociones. Y cuando una acción federal de la nueva administración amenaza la salud y el bienestar de la Bahía, hablamos bien claro.

Pues bien, éste es uno de esos momentos.

La semana pasada llegué al trabajo y nos enteramos de que la nueva administración había impuesto la congelación inmediata de todos los contratos y becas de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (U.S. EPA). El alarmante procedimiento “amenaza con interrumpir operaciones tan importantes como las limpiezas de tóxicos o la monitorización de la calidad del agua”, según la investigación de ProPublica.

En total, la U.S. EPA reparte aproximadamente unos $6.4 billones en becas federales cada año para apoyar testeos, limpiezas e iniciativas para la recuperación, incluyendo varios de los programas de Heal the Bay.

Los funcionarios de la transición insisten en que es una mera pausa para permitir a los nuevos gerentes valorar si los programas deben continuar. Pero los empleados con más antigüedad y abogados especializados dan una imagen diferente – normalmente se congelan las contrataciones de empleados, pero no las becas, esto es inusual y amenaza con la interrupción de las contratas.

Según ProPublica, así respondió un contratante con la EPA a las preguntas de un empleado de una gestora de aguas pluviales: “ahora mismo estamos esperando. La nueva administración de la U.S. EPA ha pedido que todas las contratas y becas se suspendan temporalmente con efecto inmediato. Y hasta que recibamos clarificación del asunto, esto incluye tareas y asignación de proyectos.”

Hay muchas preguntas en el aire con esta suspensión, como cuanto durara y a que contratas impactara de modo más directo.

Como destinatarios de casi $200,000 anuales en formas de becas de la U.S. EPA estamos preocupados. De forma similar, muchas de las organizaciones con las que estamos asociados reciben fondos federales que impulsan iniciativas de colaboración con Heal The Bay.

Aún tenemos más preguntas que respuestas, pero vamos a ver el top 5 de los que se podrían ver afectados por la congelación de los fondos:

  1. Monitorización habitual de la calidad del agua de las playas

Nuestro Informe de Playas da una nota semanalmente de A a F a más de 500 playas en California, evitando que millones de personas que van a la playa se pongan enfermas. Los fondos de la U.S. EPA respaldan el testeo semanal del agua llevado a cabo por muchas agencias de salud condales por todo el estado. Sin dinero = no hay testeo = no hay datos = no hay informe de playas = puesta en peligro de la salud pública. En el pasado nos hemos enfrentado a problemas de este estilo cuando ha habido reducciones temporales del presupuesto, y hemos podido articular fondos poco a poco para poder seguir haciendo la monitorización. Pero ahora mismo, respecto a programas en las playas, no hay un plan del estado u otras instituciones financieras de recoger los pedazos que la EPA ha dejado.

  1. Mantener los ríos y arroyos locales sanos.

La salud de la bahía no se puede separar de la salud de las aguas que desembocan en ella. Arroyos, ríos y riachuelos fluyendo limpios traen consigo numerosos beneficios medioambientales, de hábitat, de mejor calidad del agua y de espacios de ocio. La U.S. EPA financia nuestro programa Stream Team pagando a los científicos empleados en la monitorización del agua y educación del público en lo referido al rio de Los Ángeles. Programas como el U.S. EPA’s Urban Waters Grant están especialmente diseñados para respaldar la restauración y protección de importantes vías de agua que fluyen por nuestras comunidades en los sitios en los que se necesita más un entorno natural al aire libre. La pérdida de programas como este es particularmente devastador para L.A.

    1. Proteger nuestros menguantes humedales

L.A. ya ha perdido el 95% de sus lagunas costeras. Con el cambio climático y la urbanización invadiendo los pocos humedales que quedan, es crítico que actuemos ya para defender este hábitat natural. A través del National Estuary Program, la U.S. EPA trabaja para coordinar la protección y restauración de hábitats importantes en la bahía de Santa Mónica, como el Ballona Wetlands o las dunas costeras. Sarah Sikich, vicepresidenta de Heal the Bay’s, es también la vicepresidenta de la Junta Directiva de la Comisión de Restauración de la Bahía de Santa Mónica (Santa Monica Bay Restoration Commission Governing Board), el socio estatal del programa nacional de estuarios (National Estuary Program). Sin esta comisión, la protección y revitalización de los hábitats y de la calidad del agua en la Bahía de Santa Mónica quedaría seriamente incapacitada.

Son iniciativas esenciales para la salud a largo plazo de la bahía y en último caso, del sur de California. Congelar o reducir estos programas sería realmente imprudente.

      1. Deshacerse del DDT en la Bahía

Mucha gente no se da cuenta de que la Bahía es lo que se llama un EPA Superfund site – que significa que somos uno de los lugares más peligrosamente contaminados de la nación. Un espacio de 180 acres de fondo marino cerca de Palos Verdes es el depósito más grande del mundo del pesticida DDT, un legado químico de los años 50 y 60.

El plan a largo plazo de la EPA de limpiar este desastre no debería quedarse en el limbo, ya que existe un acuerdo legal que requiere la limpieza de estos vertidos para proteger la vida animal y la salud pública.

      1. Prevenir el consumo de pescados locales contaminados

Gran cantidad de los peces pescados en la Bahía de Santa Mónica son aptos para el consumo. Pero algunas especies están contaminadas con niveles tóxicos de DDT, PCB y mercurio. Gracias a los fondos de la EPA, nuestro laureado equipo “Pier Angler Outreach” ha sondeado los sitios comunes de pesca local y ha advertido directamente a cerca de 150,000 personas sobre los peces aptos o no para consumo en una variedad de idiomas, desde tagalo a español. Por ser este un trabajo contratado requerido por un acuerdo legal, se encuentra en peligro por la congelación de fondos.

Por último, la congelación de fondos y contratas son parte de preocupaciones mayores. El nuevo gobierno ha empezado a avanzar amenazas reales para reducir programas de aguas limpias y regulaciones para proteger la salud pública; proteger hábitats como humedales y arroyos que amortiguan los impactos del cambio climático en comunidades y salvaguardan la fauna y otros logros importantes en materia de medioambiente.

Amordazando a sus agencias para que no comuniquen su importante labor y el estado real del medioambiente también es perjuicio enorme para el público, pues mantiene a los americanos en la ignorancia sobre importantes descubrimientos y sobre el estado de sus recursos naturales.

En los próximos días, prometemos compartir más información sobre los cambios de la U.S. EPA según los vayamos recibiendo. Y aun preocupados por las acciones de la semana pasada, seguimos en alerta por si se retira algunas de las regulaciones federales de las que se ha hablado que tuviese impacto en California. Si le preocupan estos problemas, es el momento de hacer oír su voz.

Contacte a su representante para pedirle la protección de estos programas tan importantes para el medioambiente. Pronto pondremos en marcha una alerta para que pueda pedir a los legisladores que mantengan los fondos de la EPA que más afectan a la Bahía en marcha. Permanezca a la escucha.

Según vamos haciendo la estrategia para la respuesta formal a la congelación de fondos, le animamos a hacer una donación para respaldar nuestro trabajo protegiendo la Bahía.



Aug. 2, 2016 — A day at the beach shouldn’t make you sick, writes Ryan Searcy, our new beach water quality modeler. He’s totally stoked about NowCasting — our new method for predicting pollution levels at popular beaches.

Curious what the weather in Big Bear will be like this weekend? Whether there will be good surf at Malibu this evening? How bad traffic will be on the 405 during your morning commute? It’s easy to get answers to these questions, thanks to your trusty mobile device.

Well ocean-lovers, we have some good news to share: you can now add water quality at beaches across the state to the list of on-demand forecasts that are easily accessible from your phone!

Heal the Bay, in partnership with Stanford University and UCLA, has officially rolled out its NowCast tool in California, a new water-quality forecasting system that promises a whole new way of keeping swimmers safe at their favorite beaches. Thinking of hanging out at the beach near Santa Monica Pier this weekend? Now you can find out that same day if it’s safe to swim or not before making the long drive (or Metro trip) out west.

NowCast Excel SpreadsheetNowCasting is a technique that uses predictive statistical models to forecast water quality at a beach based on observed environmental conditions — such as rainfall, waves, tides and past bacteria concentrations. Just as the weatherman on the 11 p.m. news predicts if it will be sunny for your birthday tomorrow, Heal the Bay’s staff scientists are able to predict if it is safe to swim at a given beach on any given morning.

Under the current monitoring protocol, health officials determine if a beach is safe or not by sampling for indicator bacteria (organisms whose presence suggests that other, more harmful bacteria and viruses are also present). Unfortunately, monitoring results do not come back from the lab for 24-48 hours.

In that time, beach conditions may very well have changed from when the sample was taken, potentially exposing ocean users to bacterial pollution. Additionally, most beaches in California are only sampled for bacteria once a week, leaving it to the public to decide whether to recreate or not based on days-old information.

Our new NowCast program fills these gaps.

Using years of environmental and bacteria sampling data, our team has developed complex models to predict the concentration of indicator bacteria on a daily basis. If the bacteria level is predicted by the NowCast system to be above the acceptable standards set by the state, then water quality is assumed to be poor, and a beach posting is recommended. A new prediction will then be made the following day. And the day after that…

Arroyo Burro Beach, courtesy of Damian Gadal, FlickrThese models are also more accurate than the current method of waiting 24 hours for results to come back from the lab. We launched a pilot program last summer as a proof-of-concept test, and the results were very positive. While we don’t (yet) have the telekinetic powers to predict sewage or oil spills, our models still do a pretty good job of notifying the public each day about local beach conditions.

Over the last few decades, water quality in the Santa Monica Bay (and across the state) has improved dramatically. However, there is still much work to be done to clean up our beaches and reduce the number of swimmers, surfers, divers and other ocean users that get sick.

Predictions are made every morning during the summer based on current environmental conditions. Local health agencies can then use these predictions to notify the public of water conditions before most people arrive to the beach. For the remainder of this summer, you can find NowCast predictions for the following five beaches:

  • Arroyo Burro (Hendry’s) in Santa Barbara
  • East Beach (near Mission Creek) in Santa Barbara
  • Santa Monica Pier
  • Belmont Pier in Long Beach
  • Doheny State Beach in Orange County

Arroyo Burro, Santa Monica Pier, and Doheny State Beach were on our radar last year, and all had models that performed well. East Beach and Belmont Pier were added on this year because of good data availability and plenty of willingness from the local health agencies to help implement the program. Over the next three years, we plan to add an additional 15-20 beaches and expand the program across California — from the breezy beaches of San Francisco to the classic surf spots of San Diego.

Ryan Searcy - Beach Water Quality ModelerOur philosophy at Heal the Bay is that no one should get sick from a day at the beach. To make a decision about which beach is best for them and their family, people should be armed with the most accurate and timely water quality information available. Think of the water quality NowCast just as you do sunscreen – protect yourself from poor water conditions before you get in the water. You should be catching waves, not bugs!

Download our beach report card app on your mobile device or head to beachreportcard.org to find daily predictions for all of the NowCast beaches mentioned above. You can also access the lastest grades for our full complement of beaches that we monitor each week statewide — more than 400 beaches up and down the coast!

Download the Beach Report Card App from the App StoreDownload the Beach Report Card App from Google Play


Just in time for the last hurrah of summer, beachgoers on the West Coast can head to the shore this Labor Day secure that they’ll be swimming and playing in healthy water.  According to the 2013 End of Summer Beach Report Card®, beach water quality in California, Oregon and Washington was excellent for the fourth consecutive summer.

We collected water quality data at more than 640 monitoring locations along the West Coast between Memorial Day and Aug. 21, 2013. Then we assigned an A-to-F grade based on bacterial pollution levels. Nearly 96% of California beaches earned an A or B grade. Washington earned A or B grades at 91% of its beaches, and Oregon earned all A grades for the fourth consecutive year. 

To find out which beaches didn’t make the grade and how your county stacks up, consult our 2013 End of Summer Beach Report Card®:

Beachgoers can find out which beaches are safe, check recent water quality history and look up details on beach closures using our Beach Report Card. On the go? Download a free Beach Report Card mobile app for iPhone or Android.



On January 8, the U.S. Supreme Court ruled on the suit, Los Angeles County Flood Control District v. Natural Resources Defense Council, which was initiated by the Natural Resources Defense Council (NRDC) and Los Angeles Waterkeeper in 2008. The suit focuses on the issue of liability for the discharge of toxic pollutants under the District’s municipal storm water permit (“MS4”). 

The Court ruled very narrowly on the case and remanded it back to the 9th Circuit Court. 

The good news is that the Clean Water Act’s enforceability has not been changed as a result of their decision.

For more information please see the NRDC and LA Waterkeeper’s press release and this blog post on the Center for Progressive Reforms Page.

Learn more about the Clean Water, Clean Beaches Measure which would reduce harmful pollution from getting into our waterways.

Stay up-to-date on our clean water advocacy work, follow us on Twitter.



The EPA released its final National Recreational Beach Water Quality Criteria this week. After many years of fighting for strong protections, we are greeting the new standards with mixed emotions. The criteria, which hadn’t been updated since 1986, basically determine the allowable levels of illness-inducing bacteria in our nation’s waterbodies. They are a critical tool for ensuring that people don’t get sick when they take a swim at their local beach or lake.

On the positive side, the new guidelines are more protective of public health in several respects than those floated in a surprisingly weak draft document last December. These improvements are thanks to the efforts of Heal the Bay and other environmental organizations.   

However, there are some major steps backwards from the 1986 criteria.  For instance, the new criteria allow for states to choose between two sets of standards based on two different estimated illness rates. Giving the states the option of selecting between two illness rates makes no sense.

Letting states determine their own “acceptable illness rates” allows for major inconsistencies in public health protection among states. What state, if left the choice, would sign-up for stricter standards? The less relaxed standard of the two is clearly less protective of public health, though EPA inaccurately claims that either set of criteria would protect public health.  Further, we do not believe the illness rates that were selected (32 or 36 allowable illnesses for every 1,000  recreators) are protective enough of public health. 

The EPA also missed a major opportunity to encourage states to provide more timely water quality results, through testing known as rapid methods.

Standard testing of water samples now take between 18-24 hours to process, meaning that the public is getting day-old water quality information, at best. EPA developed a rapid method that would get us closer to real-time measurement, therefore increasing public health protection. However, this method cannot be used as a stand-alone process under the new criteria, therefore leaving little incentive for states to move forward with more timely measurement.

The EPA is also providing too much wiggle room to municipalities in the new guidelines by allowing them to employ unproven alternative criteria at certain sites. So-called Quantitative Microbial Risk Assessment (QMRA) allows agencies to assess potential human health risks based strictly on the presence of different fecal sources including humans, birds, cows, and dogs. in the beach water. However, much research has yet to be conducted on illness rates and risk associated with specific sources. The alternative criteria are premature to use at most sites. QMRA should only be pursued at remote beach locations (non-urbanized) with no known human sources or influences.

However, not all was lost. Heal the Bay worked very hard to change the draft criteria’s proposed 90-day geometric mean standard to 30-days, which is more indicative of the latest beach water quality, thereby more protective of public health.  This change was made in the final criteria.

In addition, we made some headway with the allowable exceedance threshold.  If a water sample exceeds the bacteria standard it means there is a potential public health risk. A lower allowable exceedance rate will trigger action from the polluter more readily and this will increase public health protection.

So it’s encouraging to see the EPA lower the previously proposed national water quality exceedance threshold from 25% to 10% (above the standard), which is more in-line with California’s current allowable exceedance rates. An allowable exceedance rate of 25% could mask chronically polluted beaches, therefore inhibiting future water quality improvement efforts.

Over the past year, Heal the Bay, along with a coalition of concerned environmental groups, fought tirelessly to strengthen the draft criteria. We submitted detailed comments including an extensive data analysis to EPA, attended countless meetings with EPA staffers, and created a campaign centered on submitting hundreds of petitions directly to EPA’s Administrator, Lisa Jackson, urging for criteria with strong public health protection. 

We also solicited the support of members of congress, such as Congressman Henry Waxman, who expressed concerns to USEPA about their approach. (Kirsten James, our Water Quality Director, traveled to Washington, D.C. to lobby lawmakers on strengthening new recreational water quality criteria.)

We made several important steps forward to strengthen the EPA’s final revised standards. But we are concerned that having two sets of criteria could lead to confusion for the public and for those implementing the new criteria.  It may mean the status quo in some states, though hopefully states will choose the criteria more protective of public health.

To compound this, EPA’s Beach Grant fund, which allocates moneys towards state beach monitoring programs, may be completely eliminated in the near future. Absence of this support could lead to major backsliding of state beach programs. We are encouraging states to explore more sustainable funding sources in addition to implementing the more protective criteria, to better protect beach-goers from getting sick after a day at the beach.

Urge your congressional representative to support federal funding for beach water testing programs.